Hombres del tercer tipo (II)
Porque hay hombres buenos, malos y los que no son ni lo uno, ni lo otro.
El parrandero
G es quizás el típico hombre con el que la mujer que esté a su lado tiene 2 opciones: acostumbrarse o huir.
Aún quedan mujeres para las cuales lo más importante es mantener una pareja unida a pesar de todos los defectos del hombre en cuestión. Esa es la mujer abnegada que necesita G a su lado porque es un parrandero irremediable, es aquel que sale con los amigos todos los fines de semana, que es “especialista” en dos temas principales: carros y mujeres, el que en realidad habla mas de lo que hace y alardea mucho de lo que no tiene. Todas estas cosas lo llevan a afirmar que sólo tiene una debilidad: Las mujeres.
Él es muy popular, conoce a mucha gente (no necesariamente todos son sus amigos, en realidad la mayoría son todo lo contrario) y misteriosamente suele atraer a mujeres mucho mas hermosas de lo que su físico le permite. Le encanta bailar, beber y pasarla bien. Si hay un prototipo de hombre parrandero, G cumple con todos los ítems de la lista, resaltando la característica de que disfruta del presente sin pensar ni por un momento en el mañana.
Irónicamente, le gustan las relaciones estables, “monógamas” , duraderas y cree en el matrimonio. A él también lo educaron bajo los valores de las antiguas sociedades: el hombre es el único que tiene derecho a divertirse, la mujer se ocupa de todo lo demás de lo que un hombre trabajador no tiene tiempo de atender y además debe lucir siempre bella. Después de todo, él se lo merece por traer el pan a la casa. Eso además justifica que sea débil de carne, que sea tan humano y se equivoque probablemente todos los fines de semana, con una mujer de la que ni recuerda el nombre al día siguiente.
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un abrazote