De noche

Ni en esta o aquella noche es o fue mi luna la que podía verse en el cielo. Aquella noche, todo estaba turbio, un poco nublado, el ambiente quizás estaba mas denso de lo que ahora recuerdo y no tenía ganas de equivocarme, si quería lidiar con lo que pensé se estaba mal entendiendo y resulta que todo terminó revuelto. Lo mas seguro es que me haya acostado tratando de conseguir el sueño, confundida, añorando el placentero día en que me fue concedida la Luna, culpable y equivocada.

¿Sólo me pasa a mi que queriendo hacer algo bien, termino haciéndolo mal?¿Será eso lo que popularmente llaman "por querer hacer una gracia, le salió una morisqueta"?. Probablemente así sea, pero esa no fue la intención y recuerdo que a pesar de todo no dejé de sentir la tranquilidad de antes de que todo se enredara, quizás sea eso lo que me dejó conciliar el sueño esa noche. Entre tantas disculpas y cosas mal dichas e interpretadas, creo que la que mas se tiene que disculpar soy yo, sobre todo por mantenerme mucho tiempo en mi terquedad, por no dejar que poco a poco vaya fluyendo todo.

Si, lo admito, desespero. A veces peco de desesperada, de apresurada por querer descubrir en un día el mundo que fue creado en varios, sin embargo debo aceptar que aquí no resulta realmente importante el ritmo sino la calidad de los sentidos,la calidez de lo vivido y lo mas importante, lo mucho que en tan poco tiempo hemos conocido.

La noche siguiente todo era distinto y me sorprendí de la capacidad con la que tan sólo dos personas son capaces de cambiar un momento, un lugar, un sonido, de transformar el ambiente y apaciguar la tormenta de sentimientos que antes estuvieron revueltos.Aun no me acompañaba mi Luna, pero este día no me hizo falta, esta vez no logré extrañarla porque era suficiente la otra luz que iluminaba.

Esta noche, no es aquella, ni la siguiente y aun no es mi luna la que se asoma, pero mantengo el recuerdo de ellas, ambas, juntas y separadas. Ya no hacen falta mas disculpas, mas palabras, mas explicaciones ni medidas. Hoy, en esta noche, no hace falta más que recordar todo desde su sencillo comienzo, desde su sencillo fluir, desde su sencilla esencia y si acaso otra vez las cosas se vuelven a enredar es posible que la melodía de un soundtrack nos haga recordar las cosas que no hay que evitar, que somos como somos y no hay nada que adivinar.