¿Fácil?

Hacer planes nunca está de más y hay a quienes les funciona a la perfección planificar tanto su rutina diaria, como su vestimenta e incluso el tiempo que le pueden dedicar a los amigos y familia. Sin embargo, hay a quienes no nos funciona tanta organización, ni que querramos, ni que se trate de la rutina y lo peor de todo , a veces, ni que sólo dependa de uno mismo.

Se supone que debería ser sencillo hacer planes a futuro, al menos tener una visión de las metas que se quieren alcanzar, pero ¿qué pasa cuando hay un cambio de variable? ¿qué pasa si, sin querer  en el camino hay quienes te quieren poner obstáculos?. Ja! como si no fuese suficiente con simplemente tener que vivir a diario en un país tan ‘patas pa’ rriba’ como éste.

Es muy sabroso, sentarse a ver al infinito y soñar con que cumplimos con todo lo que nos proponemos, con que siempre hay un mañana en el que todo será mejor. Es fácil hacer una lista de “to do”. Nada nos cuesta pedir deseos y hacer promesas al comenzar el año… pero ¿qué pasa en el camino?.

Hoy me levanté asumiendo que se me volteó el mundo, que no es tan fácil como parece tachar los items de esa listica, que es incómodo responder preguntas como ¿que harás? y aún mas difícil es aceptar que la vida se encargó de ponerte un freno de mano nada mas porque estás tratando de correr, porque quieres cubrir tu máxima capacidad, porque desde que comenzaste a organizar el horario pensaste que cada hueco que había necesitaba ser rellenado.

Quien me diga que es fácil no sabe lo que dice, le presto los zapaticos un rato para que vea cómo aprietan.