La primera vez II

Erika y Jesús se llevaban bastante bien desde que comenzaron su relación, ya tenían 6 meses juntos y él comenzó a sentir que ya era hora de llevarlo todo a un siguiente nivel. Ella, sin embargo, no sabía si era lo más adecuado perder su virginidad en ese momento, así que trató de evadir las insinuaciones de Jesús y tratar de mantener la relación maravillosa que la hacía sonreír cada mañana.

Él era un poco menos romántico y se cansó de esa relación “estancada” que mantenía, así que decidió terminar con ella. Erika no podía creer que él la estuviese dejando, después de todo era su primer novio y ella lo amaba. Después de algunos minutos de llanto, él le propuso darse una despedida y la llevó a un hotel. Esta vez ella accedió porque quería agotar todos los recursos que tuviese para evitar que él se fuera.

Así se consumó su primera vez, sin bombos ni platillos, sin un lugar especial, ni mucho cariño. Él se vistió, le indicó que era el momento de irse y se despidió a la salida del hotel para no volver a cruzar palabra alguna con ella.

Al mes siguiente, Erika estaba en la sala de espera de un consultorio esperando por su turno. Aquella despedida, aquella primera vez le había dejado un amargo sabor de boca y además una sorpresa: aquel día ella había quedado embarazada. Decidió no guardar recuerdos de Jesús para siempre, después de todo él nunca se preocupó realmente por ella, él se despidió para no volver y ella ese día tenía la convicción de hacer lo mismo con aquel fruto improvisado.

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