La esperanza es la última que se pierde.

Esa parece ser la frase y actitud que nunca pasará de moda en materia del amor. Personalmente no tengo nada en contra de ella y la he usado mas de un par de veces (no necesariamente para casos relacionados al amor), pero me parece que todo tiene su límite o quizás a veces es preferible ver las cosas con un poco más de realismo.

Tener esperanza es casi como tener fé, en realidad no sabría decir cuál es más fuerte y para algunos casos extremos, cuál es la diferencia. Bajo esa fé, disfrazada de esperanza hay muchas personas que se esconden, muchos que prefieren sólo ir cegados por la visión de lo que quieren y no por lo que les conviene. No sé si será por una mala costumbre, por una extraña creencia o por un código oculto entre hombres, pero sinceramente hay veces que "no" es "NO" realmente y no lo entienden.

Una de las grandes inquietudes masculinas se derivan del rechazo de parte del objeto de su afecto o dicho mas sencillo, el gran problema de enamorarse comienza al ser rechazados. Allí pueden ocurrir 2 cosas: no se vuelve a tratar a la persona en cuestión o se llega al acuerdo de ser sólo amigos y "olvidarse" del asunto amoroso. Pero ¿qué tan reales son esos "amigos" que estan enamorados?, particularmente creo que ante la oportunidad de ser necios o sinceros, es mejor elegir la primera y todo se debe a la creencia de que las oportunidades se aprovechan ahora o nunca y por supuesto, la ESPERANZA es la última que se pierde.

Yo creo que hay señales inequívocas y razones suficientes, cuando se está conciendo a alguien para saber si es una potencial pareja real, pero siento que la mayoría prefiere alterar las pequeñas señales que les den esperanzas donde no las hay y manipular a favor de sus deseos todas las actitudes, palabras y tratos de dicha persona para engañarse a sí mismo y creer que aun tienen razones para seguir esperando a que se les de la oportunidad.

Mientras permanezca la fé y la esperanza, se reducen las oportunidades. En algunos casos resultan enfermizas las esperas por la ooportunidad con una persona y se pierden de todo lo demás que hay a su alrededor. Si bien es cierto que cadaa persona es única e irrepetible, a veces hay que tener en cuenta tambien que hay gente que definitivamente no está destinada a estar junto a uno o a permitirnos algo más que una amistad y la espera es inútil. Quizás es necesaria una noche de copas y un rato de sinceridad para entender todo lo que sobriamente prefieren suprimir.